Metamasius hemipterus L. (Coleóptera: Curculionidae)
El picudo rayado, Metamasius hemipterus L. (Coleóptera: Curculionidae), es un insecto comúnmente reportado como plaga de la caña de azúcar en varios países de América Tropical y Sub-tropical (Sosa, Shine y Tai, 1997; Mendonca, 1996; Guagliumi, 1972). Risco (1968), lo consideró como una plaga de primera importancia para este cultivo en Ecuador y Bolivia, atribuyéndose pérdidas de hasta 15 % de la caña cosechable y 30% de la sacarosa extraíble, especialmente en caña soca y caña rezagada (Mendoza, Gualle, Ayora y Martínez, 2007). Normalmente el ataque de esta plaga esta precedido por los daños o heridas causadas en el tallo por otros insectos o roedores.
En los últimos años, en el ingenio San Carlos, el promedio general del porcentaje de entrenudos dañados por esta plaga ha superado al daño causado por otros insectos barrenadores (Diatraea saccharalis, Telchin licus) y ratas (Ingenio San Carlos, 2006, 2007, 2008 y 2009), constituyéndose en una amenaza para la producción y rendimiento de la caña de azúcar.
Características biológicas.- El adulto es un gorgojo o picudo de tamaño mediano (1.5 a 2.0 cm) con una coloración amarillenta oscura con líneas y manchas negras bien visibles sobre el cuerpo del insecto (Figura 1). Los huevos son de color blanco aperlado, de forma ovoide, miden 1.3 mm de largo por 0.5 mm de diámetro. Las larvas son ápodas (sin patas), de color blanco cremosa, con la cabeza castaña esclerosada, llegando a medir 1.2 cm de largo (Figura 1). La pupa es de tipo exarata, inicialmente de color blanco cremosa y posteriormente se torna café o castaña. El ciclo de vida, desde la oviposición hasta que se convierte en adulto, tarda alrededor de 65 días. El periodo de incubación es de dos a tres días; la fase larval transcurre en un periodo de 45 a 75 días; y, la fase pupal de 7 a 17 días. La longevidad de los adultos puede alcanzar hasta seis meses.
Hábitos.- Los adultos son atraídos por la fermentación que se produce en las heridas que presentan los tallos quebrados, rajados o dañados por otros insectos o ratas, en los tocones que quedan después del corte de la caña y en los esquejes para siembra. Las hembras colocan los huevos en las heridas que presentan los tallos rajados, quebrados o, dañados por otros insectos (Diatraea saccharalis) o ratas. Las larvas hacen galerías y permanecen en el tallos hasta completar su desarrollo. Para pupar construyen una cámara pupal con fibras y restos alimenticios, dentro de la cual permanecen hasta la emergencia del adulto.
Daños y síntomas.- Las hembras efectúan sus posturas e introducen agentes de pudrición y fermentación que deterioran la calidad del jugo. Las larvas, a más de alimentarse de los tejidos destruidos o dañados, invaden las partes sanas haciendo galerías a lo largo de los entrenudos y permanecen en el tallo hasta completar su periodo larval. Los síntomas son amarillamiento de las plantas, aparecimiento de brotes muertos en la cepa, fallas en el rebrote de las cañas socas y la acumulación de aserrín en los orificios de las galerías, que son normalmente mayores que los de Diatraea saccharalis. La ocurrencia de esta plaga se da generalmente en caña soca.
Pérdidas en la producción.- Las pérdidas causadas por esta plaga varían en función de las condiciones del cultivo, siendo mayores en caña soca y en caña rezagada, atribuyéndose pérdidas de hasta 15 % de la caña cosechable y 30% de la sacarosa extraíble.
Medidas de control.- Las larvas, por encontrarse bien protegidas dentro de los rizomas o tallos, son difícilmente alcanzadas por los insecticidas. El manejo de esta plaga requiere la integración de un conjunto de prácticas culturales, el uso de trampas para el control de los adultos y la protección de los enemigos naturales.