Con el objetivo de incrementar la variabilidad genética disponible en la colección de germoplasma y usarla en la generación de variedades nacionales, así como de disponer de otra alternativa para la liberación de variedades a los ingenios, se introducen cultivares de otros centros de investigación del mundo. Éstos pasan por un estricto sistema de control cuarentenario y de evaluación agronómica, morfológica y molecular. Las variedades sobresalientes se utilizan en cruzamientos y se integran al proceso de evaluación en el proyecto de variedades nacionales, donde se determina la factibilidad de su liberación a la producción comercial.