Sigmodon hispidus (Rodentia, Cricetidae)

Figura 1. Oryzomys sp (izquierda) y Sigmodon hispidus (derecha)
Esta especie tiene una amplia distribución en las zonas agrícolas del país. Es un problema fitosanitario que ha recibido poca atención como plaga agrícola en el Ecuador; sin embargo, los perjuicios ocasionados por daños directos e indirectos en varios cultivos podrían superar al de otras plagas. La especie predominante es Sigmodon hispidus, comúnmente conocida como rata cañera o rata algodonera.
Características de la especie.- Esta especie es originaria de Centro América y es la más abundante en mesoamérica, está extendida desde el Sur de Estados Unidos hasta el norte de Perú. La forma del cuerpo es robusta, la coloración va de café grisáceo a café oscuro con café amarillento; la parte inferior es de color grisáceo o café amarillento. Su cola, gruesa, casi desnuda y escamosa, es más corta que la longitud del cuerpo. Sus ojos son grandes y, sus orejas grandes y redondeadas están parcialmente cubiertas por largos pelos ubicados en la parte anterior de ellas. El tamaño de la cabeza y cuerpo es de 12 a 15 cm, y la cola de 7 a 10 cm. El peso en la edad adulta es de 80 a 120 g. Son muy fecundas, se reproducen todo el año; producen entre 5 a 8 camadas, de 2 a 12 crías, al año. El periodo de gestación es de 21 a 27 días. Las crías son precoces, nacen con pelo y maduran sexualmente a los 2 o 3 meses.
Hábitos.- Estos roedores tienen preferencia por habitar lugares enmalezados o con cobertura vegetal densa y baja que le permita refugiarse y protegerse de sus depredadores. Esta condición, sumada a la disponibilidad de alimento y agua crea el ambiente propicio para su cría y multiplicación. Sigmodon hispidus construye sus madrigueras en los taludes de los canales; aunque, también se han observado dentro del cantero, debajo de las cepas y en las grietas que se forman en los suelos pesados durante la época seca. Estos animales son de hábitos nocturnos; aunque, en condiciones de alta infestación se pueden observar movimientos durante el día. Parte de su dieta es también la semilla de varias gramíneas y leguminosas que se encuentran dentro y fuera del cantero.
Daños.- La rata ataca preferentemente la caña madura y los entrenudos basales (Figura 2). Los tallos al caerse pueden ser dañados en toda su longitud. Recientemente se ha observado daños en las yemas, afectando el material de siembra; y, daños en brotes jóvenes en canteros donde ha quedado el rollo de hojarasca o que hayan estado enmalezados.

Figura 2. Daños causados por ratas
Pérdidas en la producción.- Los daños causados por la rata se transforman en pérdidas directas de peso y disminución de la calidad de los jugos a causa de la invasión de microorganismos que provocan la fermentación y la pudrición del tallo, aumentando la concentración de azúcares reductores. En caña de azúcar, los daños ocasionados por la rata pueden ser de moderados a severos, pudiendo ocasionar pérdidas totales en casos extremos.
Medidas de control.- Como medidas preventivas es importante disponer de un historial de la plaga a fin de identificar áreas o canteros con problemas de riesgo y aquellos libres de la plaga; eliminación de malezas dentro y fuera del cantero; preservación y aumento de los depredadores; y, quema controlada de los canteros infestados, a fin de evitar la fuga o migraciones de las ratas que se encuentren dentro del mismo.
Para el control químico se recomienda el cebo formulado a base de maíz quebrado (19 Kg.), melaza (500 cc) y Racumín (1 Kg.). Este cebo se distribuye en el campo en fundas plásticas de 20 a 30 g, colocándolas en los sitios que presenten huellas frescas (daños, excrementos, madrigueras o caminos). Otra alternativa es el uso de cebos parafinados, como el Klerat, a razón de 2 a 3 Kg/ha, especialmente en la época lluviosa.